viernes, 26 de noviembre de 2010

Richard Ford: Acción de Gracias. El realismo exhaustivo.

  "... Richard Ford (Jackson, Misisipi, 1944), autor de seis novelas y tres libros de relatos, ha concluido con Acción de Gracias la trilogía que comenzó con El periodista deportivo (1986) y siguió con El día de la independencia (1995). En tres entregas, una cada diez años, tres episodios de unos pocos días de duración cada uno, Ford ha contado la vida adulta de Frank Bascombe, un varón americano corriente cuya vida se ha convertido en una de las obras de la narrativa norteamericana más importantes de este cambio de siglo. Muchos críticos afirmaron que la trilogía de Ford era la última versión de la gran novela americana que ha consagrado a Richard Ford como uno de los escritores más importantes de su generación.
   En los veinte años que van de la publicación de El periodista deportivo a Acción de Gracias, Bascombe deja atrás la crisis de la edad madura y se asoma a los sobresaltos de la vejez temprana; se ha vuelto a casar, ha renunciado a su querido trabajo de periodista deportivo y se convertido en agente inmobiliario, tiene problemas con uno de sus hijos adolescentes, una enfermedad le ha hecho descubrir que es mortal. Acción de Gracias relata los días previos a este día festivo del año 2000 (en plena disputa electoral entre Bush y Gore), en los que los acontecimientos se precipitan y devienen en un importante punto de inflexión en la vida del ex periodista deportivo. «No hay escape de la vida, hay que afrontarla en su totalidad», concluye Frank Bascombe: ante la cercanía y la toma de conciencia del propio final intentará aceptarse a sí mismo y a los que le rodean, un catártico proceso nada sencillo para alguien tan desligado de sus sentimientos y emociones como este meditabundo y solipsista agente. Ahora, Frank Bascombe, el prometedor escritor metido a periodista deportivo y luego a agente inmobiliario, tiene 55 años, una preciosa casa acristalada en la costa de Nueva Jersey, una pequeña inmobiliaria, dos ex mujeres, un cáncer de próstata detectado hace unos meses y dos hijos vivos de su primer matrimonio (tuvo otro que está muerto desde la primera página de El periodista deportivo). Quedan dos días para el Día de Acción de Gracias del año 2000, en el que Frank invita a comer a sus dos hijos.
   Richard Ford es lo que podríamos llamar un "realista exhaustivo, un minucioso acumulador de detalles que recuerda el uso de la descripción de los novelistas del siglo XIX, pero la abrumadora exhibición documental y cartográfica de la cotidianidad de Bascombe es una igualación de todos los pequeños sucesos de su existencia por lo que ofrece menos contrastes que la de aquellos antiguos personajes. El correr de la historia sin altibajos es reflejo de la mediocridad de esa clase media americana y el retrato de Ford responde fielmente a ella. Es un modo de contar bien distinto del "realismo selectivo" de un Bellow, al "realismo imaginativo" de un Salinger o al "realismo económico" de un Carver.
   Richard Ford es, asimismo, un escritor propio y diferente. Su atención por el detalle y sus maneras de prolijo cronista consiguen mostrarnos las cosas aparentemente sin intervención. Ford es a menudo el escritor invisible y su mundo parece forjado por quien ve lo que ve, en lugar de imponer la memoria y el acento de quien ya lo ha visto. Lo que Carver reduce, y Wolff observa con gracia y cautela, Ford lo expande hasta conseguir crear un universo de lo inmediato. Conseguir que lo inventado sea, o parezca, el mundo real, con su exacta cadencia y sus paisajes reconocibles, extraer de su propia experiencia el reconocimiento de la nuestra como lectores, es una tarea nada sencilla y al alcance de pocos y elegidos escritores...."
Es extracto y compendio de otras reseñas: